Ascendemos por la escalera principal del parque Güell, ya hemos visto la cabeza de reptil, el dragón y un banco. Ahora llegamos a la sala hipóstila, donde algunas columnas son huecas para permitir que el agua de lluvia retenida en la plaza superior, una vez drenada con l arena, rellene la cisterna que se encuentra debajo de la sala.
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Sala hipóstila debajo de la plaza en el Parque Güell |
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Detalle del techo de la sala hipóstila del Parque Güell |
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Vista de un pasillo de columnas en la sala hipóstila del Parque Güell |
Esta sala tenía una función añadida de utilizarla como mercado. A principios del siglo XX en muchos mercados, como también pasara en los puestos de flores de las Ramblas, se utilizaban unos armarios con un mármol superior, así como unos pies metálicos que apoyaban otros estantes de mármol de menor tamaño. Así dentro del armario se guardaban las herramientas y los utensilios necesarios para la actividad.
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Claves de bóveda en la sala hipóstila del Parque Güell |
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Clave de bóveda en la sala hipóstila del parue Güell |
Al fondo de la sala, en la pared que daba a la montaña había, hasta hace unos cuarenta y cinco años, una fuente, a donde los visitantes íbamos con botellas o garrafas a buscar agua. Más que visitantes eramos los asiduos vecinos y los niños que pasábamos las tardes del verano barcelonés. Acompañados cada uno por su madre, pasábamos la tarde y merendábamos pan con sucedáneo de chocolate, carne de membrillo o raramente un embutido.
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Clave de bóveda o remate en el techo de la sala hipóstila del parque Güell en Barcelona |
Anularon la fuente con la escusa de que el agua no estaba higienizada, pero según decían los rumores, el motivo era el interés del señor alcalde por empresas de agua embotellada, lo que suponía merma en su venta. Análoga situación padecieron las diferentes fuentes privadas en el barrio de Sarriá, pues cuando pasabas por la calle Mayor de Sarriá, por encima del paseo de la Bonanova, en la entrada de los jardines habían letreros que decían: "Se vende agua".
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Este remate, como si fuera un pulpo, en el techo de la sala hipóstila del Parque Güell en Barcelona |
En el techo de esta sala hay bóvedas, donde no hay columnas. Como clave de bóveda hay remates de azulejo, que algunos asemejan paellas, con un pulpo y otros condimentos.
Ahora os voy a mostrar una fotos sobre la visión de los bancos de la plaza superior vistos desde la parte superior de la escalera, antes de entrar en la sala hipóstila, una vuelta atrás.
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Parte exterior de los bancos de la plaza sostenida por columnas en el parque Güell de Barcelona |