Cuando entras dentro de la iglesia en grupos reducidos con horario preestablecido, tienes que dejar todos los bolsos, mochilas y otros en la entrada, tras pasar la puerta. Luego se accede a la parte más antigua de la iglesia, donde está prohibido hacer fotos tanto con máquinas fotográficas como con móviles. Dispones de unos 10 minutos en los que la guía, en nuestro caso, te explica las pinturas de diferentes épocas que se encuentran allí.
Sirva esta explicación como consuelo, pues solo podíamos dejar constancia de nuestra visita del recinto, fotografiando el exterior mientras parte del grupo visitaba su interior.
Por esta puerta pequeña es por donde se accede al interior de la iglesia, solamente a la planta baja, donde al principio hay una habitación con el personal que controla el acceso a la zona más monumental, donde se encuentran los frescos en las paredes. También controlan que todos los visitantes dejen sus pertenencias y que dentro de la zona monumental no tomen fotografías con los móviles que por su menor tamaño podrían pasar desapercibidos.
A caso en esta fotografía tomada de lado se puede ver que la zona de la izquierda de piedra corresponde a la habitación de entrada de control, mientras que la zona de la derecha preferentemente de ladrillo corresponde a la iglesia para los fieles, mientras que en el piso superior sería para el rey y la nobleza.
Los frescos se conservan en el nivel inferior dedicado al pueblo. Tamnbién se pueden diferenciar dos zonas a su vez, la pared lateral y el ábside. En el ábside se encuentran las pinturas más antiguas, mientras que en la entrada están las más recientes, pero todas con muchos siglos de antigüedad.
Puerta de acceso al interior de la iglesia. Se entraba en grupos reducidos de unas 15 personas cada uno, cada 10 o 15 minutos, pues ahora ya no me recuerdo de los datos exactos.
